Un artesano o artista con poco dinero que se gana la vida día a día se lo conoce con diferentes nombres como mochileros, hippies, caminantes, peregrinos; Ellos han escogido esta vida con el fin de dejar a un lado la monotonía que existe en el mundo, la misma rutina, los mismo conflictos, el interés por el dinero, para vivir diferentes vidas en una sola.
Ellos son capaces de sortear los obstáculos que se presentan en cada día, en los lugares que visitan, realizando diferentes actividades para poder seguir su camino, la mayoría de ellos no lo hace con el fin de ganar dinero si no por sacarte una sonrisa.

Tal es el caso de Exequiel Alejandro Cantetas un malabarista de origen argentino, el a recorrido Cuenca, Huaquillas, Esmeraldas y Ambato, quien se gana la vida haciendo lo que le gusta como es el malabarismo.
Al pensar en la palabra malabares, es muy probable que la mente cree imágenes de objetos elevándose en el aire, siendo los más comunes de ver en los semáforos de la ciudad. Y si se piensa en el estilo de vida de los malabaristas, se tiene la idea de que son descuidados, e incluso drogadictos o alcohólicos, pero la verdad es que más allá de este estigma social en el que se han encasillado, su capacidad de disciplina y destreza manual a la hora de realizar estas acrobacias es digna de admirar.
Los malabaristas, gracias a sus habilidades y destrezas llevan siglos siendo parte de las artes escénicas en el mundo. Ellos, además de ejecutar malabares para sorprender a las personas, tienen como objetivo emitir un mensaje más profundo, el de comunicar realidades a través del arte.

"Es un arte, de una u otra forma ellos tienen la habilidad y cada una de las personas nacemos con cualidades y virtudes" Opinión Ciudadana
Lo cierto es que el malabarismo, para muchos es considerado como un arte, una forma de vida, mientras que para otros es una forma de trabajo, en algunos casos visto como un “rebusque” para subsistir en el día a día. A diferencia de un doctor, un arquitecto, una secretaria, un bombero o cualquier otra profesión, ellos buscan expresarse a través de su fiel instrumento: las manos.

Romina es una chica argentina quien se dedica cuatro meses al arte en el Ecuador haciendo artesanías, música y malabares.
"La vida de viajero se va intercalando, según cada país que uno va se hace diferente cosa"
Es importante ver el desarrollo de su arte, el malabarismo, y por tanto se deben dejar a un lado los prejuicios sociales a la hora de ver su trabajo, ya que a pesar de todos los estereotipos y prejuicios sociales en los cuales se les ha enmarcado, son personas que hacen una labor digna de destacar en un país que ha olvidado el valor del arte.
"Cada quien tiene su forma de ver la vida y de ganarse la vida por tanto si no interfieren en el trabajo cotidiano que todos hacemos esta bien es su forma de vivir" opinión ciudadana
En el mundo cada día se suman mas personas que cansadas a la cotidianidad han probado nuevas experiencias

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